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Jade y Juan Lucho son el ejemplo de dos hermanastros que se llevan a las mil maravillas. Cuando tienen la oportunidad de quedarse solos en casa no dejan escapar la ocasión de ver juntos una peli, y si además se trata de una porno, mejor que mejor. Incluso aunque la cosa se caliente, ninguno de los dos tiene reparo alguno en dejarse llevar por sus instintos y entregarse mutuamente al placer y la lujuria.